lunes, 31 de octubre de 2011

Lo primero de lo nuevo


Hay quienes aún no ven la “luna” distraídos con el dedo se pierden (una vez más) de ser protagonistas de la historia. Hay quienes aún no se permiten los “baños de multitud”. Hay quienes se prohíben, encerrados en sí mismos, salir a contemplar el mundo.  La historia los invita, les pide “que miren más los ojos de los argentinos”.
En todos los rincones de la Patria, ajenos a los “los profetas del odio”,  miles y miles de jóvenes recuerdan todos los días, con su militancia política que Donde se esté bien, allí está la Patria…. Hoy, a un año de que Él ingresara en el comando celestial, en esta Plaza de “las grandes asambleas” se está bien; en esta Argentina del siglo XXI que nos encuentra unidos y no dominados se está bien.
Ese hombre al que el archivo fortalece, nos dijo: “Y un día volvimos”. “Estamos acá, en el lugar que nos corresponde, el de militantes ciudadanos, recuperando la ciudadanía, recuperando el sentir de la Patria” Él es, ese hombre que un 25 de mayo de 2003 nos convocó a inventar el futuro reconstruyendo nuestra propia identidad. El hombre que nos pidió que “recordemos los sueños de nuestros patriotas fundadores y de nuestros abuelos inmigrantes y pioneros”, el sueño de “una generación” –la suya- “que puso todo y dejó todo pensando en un país de iguales”.
En todo el país, desde Usuahia a la Quiaca se recordó a ese hombre que nos ayudó a encontrarnos tras los tropiezos. Las plazas, las unidades básicas, las calles se llenaron de recuerdos. El 27 de octubre miles de jóvenes de manera simultánea realizaron homenajes al hombre que corrió el límite de lo posible.
La postal era de un día diferente. Hace un año Néstor pasaba a la inmortalidad y la ciudad que lo vió nacer se convirtió en el centro de los homenajes a Lupín.
En la mañana, la compañera Cristina junto a Máximo y Florencia, familiares y compañeros de militancia, participaron de una ceremonia en el monumento donde descansará Néstor a partir de ahora.
Durante el mediodía, en el Centro Comunitario Del Carmen, ubicado en el barrio donde Néstor empezó el sueño de gobernar Río Gallegos, organizaciones sociales y políticas, funcionarios y vecinos, imauguraron una estatua de nuestro compañero. En ese mitico lugar, Carlos Zannini, realizó un emotivo discurso donde destacó: “Todos tenemos un pedazo de Néstor en nosotros, nos dejó a cada uno un legado. Todo el tiempo nos decía: ‘hacé esto o aquello’. Nuestro deber es recordar esas cosas que nos pedía, recoger esos pedacitos de él que tenemos dentro y juntarlos. El pedacito cobra vida sólo si lo unimos y generamos el proyecto”.
Por la tarde, hubo otro homenaje a Néstor en el hotel Santa Cruz, lugar donde Néstor junto a sus compañeros pasó largas horas hablando de su pasión, la política, esa herramienta de transformación social que utilizó para crear el proyecto nacional que imaginó desde que dió sus primeros pasos militantes.
Allí se descubrió una placa en honor al hijo predilecto de Santa Cruz que, desde la periferia de la Patría, como llamaba él a su tierra natal, se metió en el corazón de todos los argentinos.
La Cámpora eligió recordarlo como lo que él quiso ser “Lo primero de lo nuevo”. En todas las provincias del país se llevaron a cabo murales pintados por los compañeros que dejan la marca imborrable de su esencia, “el presidente militante”, el compañero con grandes responsabilidades que supo estar a la altura de ellas y de la historia.
En Plaza de Mayo una multitud se volvió a encontrar. A un año de aquellas jornadas donde el pueblo se hizo visible para demostrar su amor por Él “volvimos a la plaza”. Un año despues, las mismas banderas multiplicadas, las viejas y nuevas canciones, las convicciones intactas y el desafío de seguir rindiéndole homenaje todos los días con trabajo y militancia.
La promesa de aquel día cumplida: la cuidamos a Cristina. La fuerza de Él se convirtió en la fuerza de un Pueblo. El amor derrotó al odio.
Un cambio de aire. Un cambio de época. Entre la multitud se lo podía ver a Él. Néstor estaba ahí, en los pibes que sonríen con la seguridad que da sentirse los “únicos privilegiados”, en las Abuelas y las Madres que los saben “hijo y nieto” de todas ellas, en los que la noche anterior le agradecieron por la memoria, la verdad y porque se hizo justicia, en los cientos de miles que “volvieron a creer en la política”, en los jóvenes que asumieron el desafío de ser “alegres, ser motivadores” y entendieron “que hay mucho por hacer” militando con lealtad y amor.
Néstor estaba ahí y en todas partes, vive en todos aquellos que en cualquier lugar de la Argentina guardan en su corazón el instante preciso donde él les encendió la llama de luchar por una Patria Grande más libre, más justa y más soberana.
Néstor no se murió, vive en el Pueblo. Vive en todos nosotros, porque como dijo su compañera, la Presidenta coraje: “cuando uno tiene convicciones no importa ganar o perder, lo importante es vivir, y dar testimonio que uno vive para hacer honor a esas convicciones, de las que está seguro, de las que piensa, de las que dice y, fundamentalmente, de las que siente.”

Dibujarle la posta

El diario Clarín decidió rendir homenaje a Néstor Kirchner, a un año de su pase a la inmortalidad, consultando a dos especialistas que leyeron como nadie, pero posta como casi nadie, este proceso: Ernesto Sanz y Alberto Fernández.

Ernesto es radical, tan radical que hasta es el jefe del partido radical. Alberto era kirchnerista, tan kirchnerista que hasta fue el jefe de gabinete de Néstor.

A Néstor, el homenajeado por Clarín al cumplirse el primer aniversario de se fallecimiento, ambos le reconocen algo y le critican algo. Veamos…

Ernesto, reconoce que “La inteligencia de Alberto, Kirchner y quienes los siguieron fue encontrar la veta en ese desfasaje”. Luego dice “Kirchner llegó al poder y se encontró con tres factores: el fenómeno de la soja transgénica, el default y una devaluación fenomenal. Eso te genera un escenario que con pragmatismo y capacidad de gestión…. que le reconozco”.

Ahí termina la frase, sí. Que con capacidad de gestión… Y listo. O sea que Ernesto, el mismo que se conquistó el cariño del pueblo cuando dijo que la plata de la Asignación Universal por Hijo se iba por la cloaca del juego y de la droga, le reconoce a Néstor la inteligencia de Alberto Fernández para llevarlo a la Presidencia y a Néstor la capacidad de gestión para que con tres factores ajenos a él, poder transferir recursos hacia el Black Jack, la ruleta, el paco y la papusa.

Es bueno ver como Sanz aprovecha para contarnos a todos que la soja, no solo es soja, sino que es transgenica. Deberia contarnos cuando se dio cuenta. Se lo habra dicho a Biolcati y a los señores de Cargill cuando defendia sus intereses a capa y espada mientras Cobos traicionaba. O era tanto el alboroto de soñarse gobernador de Mendoza (ay) y Cobos presidente (otra vez ay) que la palabra transgenica se le traspapelo.

Alberto también le reconoce cosas a Néstor. Para él hay más de un Néstor para ponderar. Uno peor y otro mejor. “Yo me quedo con que la gente pondere al mejor Kirchner, al ser humano con capacidad de sentarse a charlar con cualquiera, un tipo que escuchaba a todos. A veces discutíamos, y recién al día siguiente me decía vamos a hacer lo que vos decís. Me gustaría que se quedaran con ese”.

O sea, Ernesto Sanz reconoce la inteligencia de Néstor porque estaba con Alberto en un momento oportuno y Alberto reconoce que el mejor Néstor para ponderar un día como hoy es el Néstor que después de escuchar a todos le decía a él “vamos a hacer lo que vos decís”.

Sin embargo, fieles a sus convicciones, ambos cuadros políticos aprovechan la amable invitación de Clarín para marcar algunas diferencias con Néstor.

A Ernesto no le gustaron algunas actitudes de Néstor respecto a los Derechos Humanos. “Yo me he sentido agraviado por Kirchner en mi condición de radical. Kirchner fue injusto y arbitrario. El podría haber hecho todo lo que hizo sin borrar el pasado. Kirchner sobreactuó por sus antecedentes, que lo condenaban. Había pasado veinte años sin decir una palabra sobre los derechos humanos”.

O sea, tenemos que entender que la derogación de las leyes de obediencia debida y el punto final agraviaron a Ernesto en su condición de radical. Aunque no creemos que esa haya sido la intención de Néstor agraviar a Saenz, suponemos que a los antecedentes que se refiere son por ejemplo haber dicho en el año 83 “Nosotros, compañeros, siempre repudiamos a la dictadura militar, siempre dijimos que Videla, Massera, Agosti y todos los sinvergüenzas que vinieron después iban a ser sentados en el banquillo de la justicia constitucional para que respondan ante tantos abusos y ante tantos crímenes cometidos contra este pueblo”.

Quizás el error de Néstor no fue sobreactuar una sensación de impunidad que persistió por 20 años sino haber tardado tanto tiempo en conocer a Alberto para poder haber sido presidente antes del 2003.

Por otro lado, a Alberto le “molesta el Kirchner de historieta, el Kirchner héroe. Néstor no era un señor que esperaba a los marcianos en Buenos Aires. Admiro El Eternauta, pero él no es el Nestornauta, eso es minimizarlo, aun cuando sirva para entrar en los pibes. A los pibes no hay que dibujarles la fantasía de un luchador contra los marcianos”. Ahora entendemos que a los pibes hay que dibujarle la posta: el que luchaba contra los marcianos que le aconsejaban mal a Néstor era el Albernauta.

Ernesto también le canta la posta a los jóvenes. Dice algo que asusta a los miles y miles de pibes que militan por el proyecto nacional: “Cuando me preguntan por La Cámpora: quiero ver si los muchachos subsisten el día que no cobren 30 mil mangos de sueldo. Como otras juventudes que han subsistido a todas las malarias. Quiero ver cuando se acaben las cajas”.

Vemos en Sanz otra vez un elogio a Alberto fundador de los jóvenes K. Se acuerdan?. Otra inestimable ayuda de Alberto al proyecto.

Eso si, debemos advertirle a los miles de advenedizos que se incorporan a la política que algo de lo que decían los economistas ortodoxos es cierto: que miles y miles de pibes que hoy cobran la asignación universal por hijo, mañana pasen a cobrar “30 mil mangos” puede generar hiperinflación.

Y al fin y al cabo, esta Cristina que vive en la ficcion como dijiste en esta columna, el mayor pecado que cometio no fue llamarte al otro dia y decirte que tenes razon, como seguro, pero seguro, hacia Nestor.

Que feo querer ser presidente sin votos, muy feo.

jueves, 27 de octubre de 2011

UN GRAN TRIUNFO DEL AMOR . La mitad más Él



Él estaba ahí. En cada uno de los que cantaron hasta quedarse sin voz. En los hogares donde las radios y los televisores estaban encendidos esperando por las palabras de Ella.


Él estaba ahí. En las lágrimas de los emocionados que recordaron cómo sus vidas fueron transformadas gracias a la soberanía política. En los millones que recuperaron el trabajo. En los rostros de cada uno de los pibes que cobran la asignación universal y que seguramente jugaban en sus casas mientras que los “viejos” esperaban para escucharla.


Él estaba ahí. En el primer mate de la mañana. Estaba en la calle, como siempre estuvo. Estaba en cada uno de los pasos que dimos hasta las escuelas el domingo. Estaba fiscalizando. Estaba en las esquinas, en las paradas de colectivo, en los vagones del tren.


Él estaba ahí. En el asado familiar donde algunos comentaban que por fin habían podido votar en la misma mesa, juntos. Estaba con los pibes que aún no cumplieron 18 y votaban por primera vez  porque serán mayores de edad antes del 23 de octubre.  Estaba en las conversaciones sobre la segunda fecha del campeonato que verían por televisión abierta al día siguiente. Estaba en la sonrisa de los millones de jóvenes que en todo el país inflaban el pecho e iban a votar.


Él estaba ahí. Estaba en su rostro dibujado en una remera que algún militante escondía de la mirada de la autoridad de mesa para no violar la veda. Estaba junto a quienes, cómplices, se miraban antes de ingresar al cuarto oscuro. Él estaba ahí. Estaba en todos los sueños que se transformaron en votos. Lo sentimos.


Él estaba ahí. En los que transformaron la emoción en abrazo cuando Ella ingresó en el lugar. Él se emocionó como nosotros. Él cantó. La fuerza de Él fue la fuerza de un Pueblo en el que Él vive. Ella lo sabe: triunfó el amor. Ella lo siente: Él, su compañero de toda la vida vive en ese Pueblo. Esa es la fuerza de Ella.


“Es un gran triunfo del amor. Permítanme agradecer a nuestros compañeros de este espacio político y especialmente a los jóvenes, a esos cientos de miles que se han incorporado con tanta fuerza a la política”, dijo Ella y sonrió, con complicidad. Él estaba ahí, Ella lo sentía, estaba parada en el mismo lugar donde dos años antes Él prometía profundizar el modelo, luego de perder en la provincia de Buenos Aires las legislativas de medio término.


“Este acompañamiento de la sociedad es un reconocimiento al trabajo, al esfuerzo, a lo que hemos hecho en estos 8 años. Pero como dijo Amado en el teatro Coliseo, es también por todo lo que viene, por lo que queda por hacer.”  Una militante como Él, su compañera de toda la vida, las mismas convicciones, la misma concepción de la política: en las derrotas y en las victorias, ir por más. Nunca  menos.


Él estaba ahí. Ella lo sabía. Ella lo siente. Ella lo dice. “Él está mirando desde algún lado. Él está acá, ¿no? Díganme que sí”. Sí compañera, Él estaba ahí. Él vive en el Pueblo que con “la fuerza de los votos”  le agradece haber recuperado el sueño de una Patria más justa, más libre y más soberana.


Néstor estaba ahí, en algún momento del día, en algún cuarto oscuro de su querido Río Gallegos depositó su sueño en la urna. Los resultados son sabidos: fue la mitad más Él.

ÉL

Parece que los enemigos del pueblo nunca dudaran. Tienen algo así como un sentido especial de las cosas que les hace temer prontamente a lo que amenaza su poder, que les hace reaccionar con virulencia cuando intuyen que algo o alguien pone en jaque sus fortalezas.


Tienen alertas tempranas para todo lo que pueda afectarles en sus privilegios. Cuando emprenden un ataque no paran, son implacables. Pueden fracasar en sus intentos, pero eso no los hace menos implacables. No aflojan en sus odios. Nunca quieren a los que no quieren someterse a sus designios. Por eso parece que no dudaran.


Parece que los pueblos dudaran. Toman caminos largos, discuten sus opciones a voz en cuello, se enojan y dividen, llegan por lo inesperado y aprovechan los accidentes temporales. Prolongan sus respuestas al punto que parece que aceptaran con resignación las injusticias que les propinan y las desigualdades que sufren.


Pero aquilatan sus dolores esperando poder expresar sus alegrías. Hasta parece que hay dolores que los fortalecen y momentos en que se sienten haciendo la historia. Por eso a veces parece que los pueblos tuvieran dudas.


Frente a El no hubo dudas. La gente común le vio la materia de que estaba hecho y los otros supieron que debían pararlo de alguna manera.
Era voluntad, convicción y persistencia enormes en un cuerpo que terminó resultándole frágil. Nada lo paraba y ni la muerte pudo pararlo. Hoy cantan que anda por allí vivo, que no se murió. Y tienen razón, aunque lo lloraron y acompañaron en las calles y las plazas de la Patria.


Fue Militante, Hijo, Esposo, Padre, Intendente, Gobernador y Presidente. Así, con mayúsculas indiscutibles. Es cierto que  no fue un hombre común, pero insistió en tenerse por un tipo simple y común con especiales responsabilidades.
Vivió con pasión la Política y logró revivir la importancia de la política como proyecto, como representación y como lugar de aplicación de las ideas y sostén de las convicciones. Cambió la idea imperante de que la política no daba soluciones, para que fuera el lugar de la concreción del interés común.


Puso en su corazón las ganas de cambiar el mundo y se dedicó cada día a cambiarlo un poco, de modo concreto, para que otros vivieran mejor. No podía admitir imposibles porque todos los días sus urgencias lograban lo que a otros les parecía imposible.


Enfrentó, y venció, la más formidable campaña de demonización.
Probar que era irascible, loco, desequilibrado, autoritario, crispado, doble comando, resultaba el centro y objetivo de todo comentario o toda “nota de color” con que se intentaba desinformar.


Encendió todas las alarmas tempranas de los poderosos, los privilegiados, los prebendarios, los explotadores, los enemigos del pueblo, que, implacables, le atacaron con saña y alevosía, sin éxito.
Con alegría, con humildad, tranquilamente, se ubicó para siempre en el corazón de su pueblo. Por lo que fue, por lo que hizo, por lo que todavía será.


Cómo no le iba a explotar el corazón, si se puso un país al hombro. Ahora, el hombro de todo un pueblo lo sostiene con el corazón.


Carlos Zannini

miércoles, 19 de octubre de 2011

Día de la lealtad en la 15





Durante más de dos horas los compañeros y vecinos de la Comuna 15 compartimos una jornada de emoción y recuerdos, junto a los compañeros Evidelio Scoles y Nélida Larre, quienes donaron una bandera del Partido Justicialista que les había dado Evita y que había permanecido enterrada durante la proscripción del peronismo. Con la presencia del compañero y poeta, Alfredo Carlino, quien nos deleitó con sus poemas sobre Evita y anécdotas militantes, se inauguró el Muro de la Lealtad en el local Juan Salvo de La Cámpora Comuna 15.